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HISTORIA DE LA MEDICINA HIPERBÁRICA

La utilización de la medicina hiperbárica, o mejor dicho, el intento de usar cambios en la presión atmosférica para el tratamiento de diferentes patologías, data de aproximadamente 300 años, cuando en 1664 HENSHAW, empíricamente indicaba una disminución de la presión atmosférica para el tratamiento de patologías crónicas tales como la artritis, y un aumento de la misma para las patologías agudas (fiebre e inflamación).

Recién en el año 1775, PRIESTLEY, calentando óxido de mercurio, intentaba obtener lo que llamó un “tipo especial de aire”. Obtuvo algo, que hizo que la llama quemara en forma intensamente roja y brillante; eso era oxígeno, pero por supuesto, él no lo sabía.

En 1779, SCHEELE calentando carbonato de plata obtuvo óxido de plata, y si a éste lo seguía calentando, obtenía plata y oxígeno, al que llamó “fuego de aire puro”, debido a la llama brillante que producía.

Para ese entonces, LAVOISIER (1777) tomó este gas, que ya era conocido como oxígeno (que él llamó “aire eminentemente respirable”), y observó que las ratas que utilizaba para experimentación, sin él no podían vivir, a la vez que también descubrió que el oxígeno era un material comburente. Por otro lado, observó que si a las ratas se las exponía al oxígeno puro por un tiempo prolongado, éstas finalmente morían, por lo que el gas que era esencial para la vida, también podía producir la muerte.

Para 1830 Francia lideraba el desarrollo de la medicina hiperbárica. Se realizaban tratamientos entre 10 y 30 mts. de profundidad equivalente, para aumentar la circulación de los órganos internos, mejorar la circulación cerebral y producir una sensación de bienestar. Se trataban patologías tales como tuberculosis, laringitis, traqueítis, tos convulsa, sorderas, cólera, metrorragia, conjuntivitis, etc.

Para el año 1850, varias cámaras hiperbáricas funcionaban en Europa. En 1879, FONTAINE, construyó una cámara multiplaza en el Pneumatic Institute, en la que observó y describió efectos tales como, una más rápida recuperación de la anestesia, disminución de las cianosis e hipoxias, disminu­ción de los cuadros de excitación y vómitos postanestesia.

En el año 1861 LOUIS PASTEUR observó que algunas de las bacterias que estaba estudiando, necesitaban la presencia de oxígeno para vivir, a las que llamó “aerobias”; mientras que otras, se podían reproducir en ausencia de oxígeno por lo que las llamó “anaerobias”.

Durante 1878, PAUL BERT en su trabajo “La Pression Barometrique” describe los efectos tóxicos a nivel del sistema nervioso central (convulsiones), producidas por la respiración de oxígeno a una elevada presión parcial.

En el año 1895, HALDANE, trabajando con ratas y monóxido de carbono, observó que cuanto mayor era la tensión de oxígeno, menor era la dependencia de los glóbulos rojos para transportar el oxígeno.

En el año 1899 el patólogo Lorrain Smith, describe un tipo de neumonía que se presentaba en las ratas después de permanecer durante 4 días en una atmósfera con un 73 % de oxígeno, al igual que observó que los cambios iniciales que se producían, eran reversibles, y que a medida que se aumentaba el porcentaje de oxígeno, disminuía el tiempo de aparición de las primeras manifestaciones.

En el año 1933, DAMANT y PHILIPS, de la Armada de Inglaterra, comienzan a utilizar la respiración de oxígeno en cámara hiperbárica para disminuir los tiempos de descompresión después de un buceo.

BOEREMA, médico holandés, en 1960, publica su trabajo “La vida sin sangre”. En el que describe que, si a cerdos jóvenes les extraía sangre reemplazándola por plasma hasta lograr un hematocrito de 0.1%, era incompatible con la vida. Pero si estos cerdos eran colocados en una cámara hiperbárica y respiraban oxígeno a 3 atmósferas absolutas, vivían indefinidamente, y cuando volvían a presión atmosférica y se les reemplazaba la sangre extraída, los cerdos continuaban viviendo.

El Dr. BRUMMEL­KAMP, colaborador de Boerema, en 1961 fue el que primero utilizó y describió la utilización de la oxigenoterapia hiperbárica en infecciones por anaerobios, trabajo que fue presentado en el Primer Congreso Internacional de la Aplicación Clínica de la Oxigenoterapia Hiperbárica, realizado en Amsterdam en 1963. Posteriormente y cada 2 años hasta nuestros días, se están llevando a cabo congresos internacionales sobre la especialidad en diferentes países del mundo.

En 1967 se funda la Undersea Medical Society (USA) y diferentes sociedades científicas referidas a la medicina hiperbárica tales como la italiana, europea, japonesa, sudafricana, etc.

En la Argentina, la oxigenoterapia se comienza a utilizar en los inicios de la década del 60 en el Leprosario de Rodriguez por los Dres. Rosasco, Wilkinson y Calori, especialmente en el tratamiento de lepra lepromatosa, en el Hospital Pirovano y en la Base Naval de Mar del Plata, donde se han realizado gran cantidad de tratamientos al igual que trabajos de investigación.

En 1986 de fundó la Sociedad Argentina de Medicina Hiperbárica y de Buceo, funcionando actualmente unos 20 centros en todo el país.

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Indicaciones
EMERGENCIAS
Intoxicación por Monóxido de Carbono
Gangrena Gaseosa (Mionecrosis Clostridial)
Embolia Gaseosa
Enfermedad de Descompresión (EDI)
URGENCIAS
Infecciones Necrotizantes de Tejidos Blandos
Celulitis Anaeróbica Crepitante
Fascitis Necrotizante
Enfermedad de Fournier
Mionecrosis No Clostrídica
Gangrena Bacteriana Progresiva
Síndrome Compartimental (Crush Injury)
Isquemias Traumáticas Agudas
Traumatismos de Miembros
Quemaduras Térmicas
Colgajos e Injertos con compromiso vascular
PROGRAMADAS
Trastornos en la Cicatrización
Heridas Crónicas Hipóxicas Refractarias
Escaras de Cúbito
Úlceras Venosas
Úlceras Arteriales
Pie Diabético
Osteomielitis Refractaria
Necrosis Aséptica de la Cabeza de Femur
Radionecrosis y Osteorradionecrosis
Actinomicosis
CASOS ESPECIALES
Sordera Súbita
Peritonitis Difusa en Pediatría
Esclerosis Múltiple
Anemia Aguda Excepcional
Medicina del Deporte
 

Oxigenación tisular

Cicatrización

Control de Infecciones

Mejora de Procesos Quirúrgicos

Pie Diabético

 

 

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